no es siempre la gente como nosotros
gente agradable y bonita
la que hace lo correcto
si somos lo suficientemente honestos como para admitirlo
a veces
en realidad muchas veces
es el extraño
el que se porta mejor que nosotros
debemos estar dispuestos a aprender de los extraños
para que al final
seamos como ese uno
y no como los nueve
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El Submarino, Meditando sobre el Evangelio del Domingo —