Embarazada antes de la noche
de bodas, una niña va a tener
un bebé, siento sus miradascuando las mujeres del pueblo
me ven pasar por la plaza,
cuchicheos, repentinos
silencios en el mercado cuando
pido el ajo para los frescos
pepinos del rancho,cada elección implica un sacrificio
mañana — en las esquinas miradas
y risas de los adolescentes. Asombrosecreto ante la madre soltera.
(¿Cuánto tiempo lleva ocurriendo
eso?) Nadie se sienta a mi ladoen la banca en la sinagoga.
Veo ojeras debajo de los ojos
oscuros de José. Estoy sola.***
Kilian McDonnell, Una anciana recuerda (La Vergüenza) —