De muchas maneras Dios viene a nosotros. Aunque siempre vivimos en su presencia. Viene con desafíos siempre nuevos.
Ahora, en este tiempo sagrado de la Cuaresma, viene para convertirnos. Para mostrarnos el camino. Para mostrarnos qué tenemos que cambiar — en mi vida, en nuestra vida— cada uno. Para que escuchemos su voz y nos guiemos por ella en la vida.
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Purifícanos, Señor. Para que te escuchemos. Hoy. Ahora. En esta Santa Misa.