Hoy el Señor Resucitado viene a nosotros como Pastor.
El cuarto domingo de Pascua es el Domingo del Buen Pastor. El Cordero de Dios que nos conoce y nos defiende. Porque le importamos. Y da su vida por nosotros. Y nos alimenta con su Palabra. Con su Cuerpo.
***
Purifícanos, Señor. Nuestro Buen Pastor, tómanos. Para que de veras seamos tuyos.