Dios es gracia que comparte con nosotros su vida.
Es también esperanza para nosotros que estamos en camino. Una parada importante en cada camino, para tener claro de dónde vengo y a dónde me dirijo.
Viene a nosotros como Palabra, bajo la forma de pan. Como fuerza y como luz.
***
Purifícanos Señor para que ahora —en esta Eucaristía— veamos tu luz, y seamos fortalecidos.