Participar en la Santa Misa es una oportunidad de mirar desde una perspectiva diferente nuestra propia vida, nuestros días, el trabajo, el descanso, las vacaciones.
A veces se ve mejor y se entiende mejor a uno mismo cuando se mira desde una perspectiva distinta. La oración es precisamente esa perspectiva distinta.
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Señor, purifica nuestros ojos y nuestros corazones, para que veamos en la verdad todo lo que anhelamos y amamos. Purifícanos, para que dignamente participemos en esta Santa Misa.