Un Domingo más nos reunimos para celebrar la presencia de Dios entre nosotros, para escuchar su Palabra, y para alimentarnos en su Mesa.
[Dispongámonos a vivir con intensidad y alegría este Encuentro con el Señor. Él es el camino que nos conduce a la paz, la respuesta a nuestras preguntas, la puerta por la que se entra a la Casa.]
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Purifícanos Señor, para que estemos dispuestos a recibir tu Palabra y tu Cuerpo.