Tu lenguaje, Maestro, es sencillo,
mas no así el de aquellos que hablan de ti.Entiendo la voz de tus estrellas
y el silencio de tus arboles.
Yo sé que mi corazón se abrirá como una flor
y que mi vida se ha colmado en una escondida fuente.Tus canciones, como aves de un nevado y apartado país,
hasta mí vienen volando para construir sus nidos en mi corazón.Contento estoy aguardando los cálidos días de abril y la alegre estación.
________________________________
Rabindranath Tagore, La Cosecha XV –