El maestro dijo que en este mundo hay una sola cosa que no debe olvidarse. Si fueras a olvidar todo lo demás, pero no esto, no habría motivo de preocupación, mientras que si recordaras, realizaras y atendieras a todo lo demás, pero olvidaras esa única cosa, en realidad no habrías hecho nada en absoluto.
Es como si un rey te hubiera enviado a un país para cumplir una tarea específica y concreta. Vas a ese país y realizas otras cien tareas, pero si no realizas aquella para la que te enviaron, es como si no hubieras realizado nada en absoluto.
Del mismo modo, el hombre ha venido al mundo para cumplir una tarea específica, y ése es su objetivo. Si no la realiza, no habrá hecho nada.
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Rumi, Charla de mesa –