MONICIÓN INICIAL
Ya estamos en el quinto domingo de Cuaresma. Nos vamos acercando al misterio de la Muerte y de la Resurrección. Nos acercamos para mejor comprender el don de la vida, la tarea que eso supone para cada uno de nosotros: afrontar todo lo que en la vida es difícil y hermoso, lo difícil también.
El Salmo que proclamaremos hoy en la Liturgia «Desde el abismo clamo a ti Señor» nos prepara para el Evangelio en el que escucharemos sobre la muerte de un amigo de Jesús: Lázaro.
Miraremos cara a cara el difícil misterio de la muerte y reconoceremos que Dios es dueño de la vida y de la muerte y que el Hijo de Dios tiene poder para sacar del sepulcro a cada uno de nosotros, en este sentido espiritual.
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Señor, desde lo más profundo de nuestro ser clamamos a Ti. Purifícanos. Danos nueva vida.