Noche artera
Calma feroz
Torbellinos y tormentas
Me invaden
A un paso
El precipicio
Más no!
No!
Una vez más
No me dejaré vencer
A un paso el precipicio
Y con él
El averno
El profundo precipicio
Como una amante
Me invita
A saltar
No!
Cierro los ojos
Respiro
Encuentro mi calma
Mi paz
Vuelo muy despacio
Sobre el abismo
No me dejo atrapar
Una vez más
***
Víctor Moya, Averno –